Los Síntomas que se presentan en estos trastornos son:
Obsesiones: son pensamientos (p. ej., de contaminación, o de contenido sexual y muchos otros),
imágenes (p. ej., de escenas violentas o terroríficas)
o impulsos (p. ej., de apuñalar a alguien) de naturaleza repetitiva y persistente.
Es importante destacar que las obsesiones no son placenteras ni se experimentan como voluntarias: son intrusivas y no
deseadas. Causan malestar o ansiedad en la mayoría de los individuos.
El individuo intenta ignorar o suprimir estas obsesiones (p. ej., evitando los factores desencadenantes o mediante la supresión del
pensamiento) o neutralizarlas con otro pensamiento o acción (p. ej., la realización de una compulsión).
Compulsiones (o rituales): son conductas (p. ej., el lavado, la comprobación) o actos mentales (p. ej.,
contar, repetir palabras en silencio). El individuo se siente impulsado a realizar estos actos
en respuesta a una obsesión o de acuerdo con unas normas que se deben aplicar de manera rígida.
La mayoría de los individuos con TOC tiene tanto obsesiones como compulsiones.
Las compulsiones se realizan típicamente en respuesta a una obsesión (p. ej., los pensamientos
de contaminación que conducen a los rituales de lavado o, cuando algo es incorrecto, se produce una repetición de rituales hasta que
se siente "correcto"). El objetivo es reducir la angustia provocada por las obsesiones o prevenir un acontecimiento temido (p. ej., enfermar).
Sin embargo, estas compulsiones, o bien no están conectadas de
forma realista con el evento temido o son claramente excesivas. Las compulsiones
no se hacen por placer, aunque algunos individuos experimentan un alivio de la ansiedad o la angustia.
Pueden pasar 1-3 horas por día obsesionadas o haciendo las compulsiones, mientras que otros
tienen casi constantemente pensamientos intrusivos o compulsiones que pueden ser incapacitantes). Otros
refieren fuertes sentimientos de disgusto.
Durante la realización de las compulsiones, algunas personas reportan un angustioso sentido de la "perfección"
que genera malestar hasta que las cosas se ven, se sienten o parecen "correctas".
Es común que las personas con este trastorno tiendan a evitar a otras personas,
lugares y cosas que puedan desencadenar sus obsesiones y compulsiones (p.ej., hay quien evita ir a determinado comercio
porque teme tener atracción sexual por la persona que lo o suele atender).
Ansiedad. La ansiedad suele estar muy presente en la vida de estos sujetos. de hecho a veces es fácil confundir
si el individuo sufre un trastorno de ansiedad o un TOC. Ciertamente, en el TAG pueden aparecer
pensamientos recurrentes, conductas de evitación y preguntas repetitivas con el objeto de tranquilizarse.
Sin embargo, los pensamientos recurrentes que están presentes en el trastorno de ansiedad generalizada
(esto es, las preocupaciones) son por lo general acerca de preocupaciones de la vida real, mientras que las
obsesiones del TOC generalmente no implican preocupaciones de la vida real y pueden incluir un
contenido que es extraño, irracional, o de una naturaleza aparentemente mágica, y además a menudo
se presentan compulsiones por lo general vinculadas a las obsesiones.
El sujeto suele, aunque no siempre, reconocer que las creencias del trastorno
obsesivo-compulsivo son claramente o probablemente inciertas.
Existen otros comportamientos de tipo compulsivo entre los que están el comportamiento sexual, el juego y el consumo de sustancias.
Sin embargo, estos comportamientos difieren de las compulsiones del TOC en que la persona, por lo
general, obtiene placer de la actividad y tal vez desea abstenerse sólo por sus consecuencias perjudiciales.
El trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva, aunque suele ser similar, es, sin embargo, distinto del TOC que describimos aquí. Se caracteriza por
una mala adaptación permanente y generalizada, un patrón de perfeccionismo excesivo y un rígido control.
Un buen porcentaje, hasta un 30% o más de estos sujetos tienen un trastorno de tics en algún período de la vida.
Los varones presentan una edad más temprana de inicio de los síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo que las mujeres
y tienen mayor probabilidad de tener comorbilidad con trastornos de tics. Se han
observado diferencias de género en los patrones de las dimensiones de los síntomas, siendo, por ejemplo,
las mujeres más propensas a tener síntomas en la dimensión de la limpieza y los varones más propensos a
tener síntomas en las dimensiones de los pensamientos prohibidos y de la simetría
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