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Las disfunciones sexuales son un grupo de trastornos heterogéneos, típicamente caracterizados por una alteración clínicamente significativa de la capacidad de la persona para responder sexualmente o para experimentar placer sexual. Un individuo puede tener varias disfunciones sexuales a la vez. En la respuesta sexual intervienen muchos factores, mencionaremos algunos, como: Los requisitos biológicos de base, el contexto intrapersonal, interpersonal y cultural. En conjunto podríamos decir que la respuesta sexual va a depender de factores biológicos, socioculturales y psicológicos. Así pues la disfunción sexual es un trastorno que dificulta o impide la relación sexual satisfactoria




Eyaculación retardada






Como su nombre indica, hay un retraso importante en conseguir la eyaculación, incluso hay ausencia de eyaculación.

Esta situación causa malestar en el individuo y se suele repetir con cierta frecuencia.


El varón refiere dificultad o incapacidad para eyacular a pesar de la presencia de estimulación sexual adecuada y de deseo de eyacular. La dificultad suele aparecer durante la actividad sexual con una pareja. La definición de "retardo" no tiene límites precisos, puesto que no hay consenso acerca de qué constituye un tiempo razonable para alcanzar el orgasmo o qué supone un retardo inaceptable para la mayoría de los varones y sus parejas sexuales.

El varón y su pareja pueden referir haber realizado intentos prolongados para alcanzar el orgasmo hasta el punto de producir agotamiento o molestias genitales, y después haber dejado de intentarlo. Algunos varones pueden referir que evitan la actividad sexual debido a un patrón repetido de dificultades para eyacular. Algunas parejas sexuales pueden referir sentirse menos atractivas sexualmente porque su pareja no eyacula con facilidad, lo cual suele ser considerado como un problema más en la pareja, añadido a la dificultad del varón en la eyaculación.

Las quejas de eyaculación retardada varían en los diferentes países y culturas. Dichas quejas son más comunes entre los varones de las poblaciones asiáticas que entre los varones que viven en Europa, Australia o Estados Unidos. Esta variación puede ser atribuible a diferencias culturales o genéticas entre las distintas zonas.Las dificultades para eyacular pueden contribuir a las dificultades para concebir. El retardo en la eyaculación a menudo se asocia a un sufrimiento psicológico importante en uno o ambos miembros de la pareja





Disfunción eréctil




Dificultad para conseguir la erección, o dificultad para manterla, o bien existe una reducción marcada de la rigidez de la erección.




Todo ello se acompaña de un malestar y queja en el individuo. Los síntomas pueden aparecer sólo en situaciones concretas que implican determinados tipos de estimulación o de pareja, o pueden ocurrir de manera generalizada en todo tipo de situaciones, estimulaciones o parejas.

Muchos hombres con trastorno eréctil pueden tener baja autoestima, poca confianza en sí mismos y un sentimiento de masculinidad disminuido, y pueden experimentar un afecto deprimido. Puede existir temor o evitación de los encuentros sexuales futuros. Es frecuente la disminución de la satisfacción y del deseo sexual en la pareja del individuo





Trastornos de la excitación/orgasmo femenino




Retraso marcado, infrecuencia marcada o ausencia de orgasmo.

Reducción marcada de la intensidad de las sensaciones orgásmicas.




El trastorno orgásmico femenino se caracteriza por una dificultad para experimentar el orgasmo o una marcada disminución en la intensidad de las sensaciones orgásmicas.

Las mujeres muestran una amplia variabilidad en el tipo o intensidad de la estimulación que les produce un orgasmo. Asimismo, las descripciones subjetivas del orgasmo son extremadamente variadas, lo que sugiere que se experimenta de maneras muy distintas en las diferentes mujeres y, en la misma mujer, en diferentes ocasiones.

Para diagnosticar un trastorno orgásmico femenino, los síntomas deben experimentarse en todas o casi todas las ocasiones de la actividad sexual, y debe tener una duración mínima de unos 6 meses.

También incluímos aquí los Trastornos del interés y excitación sexual femenino y el trastorno por dolor a la penetración

En el trastorno de la excitación sexual femenino suele haber un interés ausente o reducido en la actividad sexual. Las fantasías o pensamientos sexuales o eróticos también están muy disminuídos. Habitualmente no es receptiva a los intentos de la pareja por iniciar la relación sexual. Las sensaciones genitales o no genitales suelen ser escasas y pobres durante la actividad sexual.

Hay que tener en cuenta que no se trata de que la mujer tenga menos deseo en la relación sexual que la pareja, sino que suele haber una falta de interés en la actividad sexual y una reticencia a iniciar la actividad sexual y a responder a las invitaciones sexuales de una pareja.

Suele haber un malestar significativo e importante para la propia mujer.

Respecto al dolor a la penetración existe un marcado dolor vulvovaginal o pélvico durante las relaciones vaginales o los intentos de penetración. Se acompaña con frecuencia de tensión o contracción





Deseo sexual hipoactivo en el varón




Reducción o ausencia de fantasías o pensamientos sexuales o eróticos y de la actividad sexual.

Es persistente y recurrente y debe durar al menos meses para considerala como tal.




No se trata de que el varón tenga algo menos de deseo que la pareja. Tiene que ser manifiesto un escaso o nulo deseo de actividad sexual.

Las fantasías seuales son muy escasas o no existen.

Suele estar asociado a un problema de erección o eyaculación.

Están escasamente receptivos a los intentos de la pareja por iniciar la relación sexual.

En ocasiones pueden tener lugar actividades sexuales (p. ej., la masturbación o la actividad sexual en pareja) incluso habiendo un deseo sexual reducido.





Eyaculación precoz




Se habla de eyaculación precoz cuando se produce, durante la actividad sexual en pareja, aproximadamente en el minuto siguiente a la penetración vaginal y antes de que lo desee el individuo.

En todo caso diremos que es la eyaculación que tiene lugar antes o poco tiempo después de la penetración vaginal.




Muchos varones con eyaculación prematura (precoz) se quejan de falta de control sobre la eyaculación y refieren cierto temor cuando anticipan su incapacidad para retrasar la eyaculación en los encuentros sexuales futuros. La eyaculación prematura de por vida comienza durante las experiencias sexuales iniciales del varón y persiste desde entonces.

La eyaculación prematura (precoz) es un trastorno sexual de los varones. Los hombres y sus parejas sexuales pueden diferir en su percepción de lo que constituye una latencia eyaculatoria aceptable.

Un patrón de eyaculación precoz puede asociarse con una baja autoestima, con una disminución de la sensación de control y con consecuencias adversas para las relaciones de pareja. También puede producir sufrimiento y menor satisfacción sexual en la pareja sexual.

La eyaculación prematura (precoz) puede estar asociada con problemas de erección. En muchos casos se asocia a trastornos de ansiedad.







Etiología - Causa



En los hombres:
Los problemas de erección son comunes en los varones diagnosticados de depresión y de trastorno de estrés.
Enfermedades orgánicas que suelen estar asociadas son por ejemplo la diabetes, los problemas hormonales, la depresión y otras. También se da la disfunion sexual cuando hay cosumo de drogas y otras sustancias.
Los rasgos de personalidad neuróticos pueden asociarse con problemas de erección en hombres jóvenes, aunque no siempre.
Los rasgos de personalidad sumisos pueden asociarse con problemas de erección en los hombres de 40 años o más.
La dificultad en el procesamiento de las emociones ha estado presente en algunos hombres diagnosticados de disfunción eréctil "psicógena".

En las mujeres:
También se da con frecuencia un amplio abanico de factores psicológicos muy diversos.
En ocasiones existe ansiedad o preocupación por el embarazo que puede interferir potencialmente con la capacidad de una mujer para experimentar el orgasmo.
Los factores que cursan con problemas de relación, la salud física y la salud mental se asocian con estas disfunciones sexuales tanto en hombres como en mujeres.
Los factores socioculturales (p. ej., las expectativas de rol de género y las normas religiosas) también son influencias importantes a la hora de experimentar dificultades orgásmicas.
Genéticos y fisiológicos. Hay muchos factores fisiológicos que pueden influir en la experiencia del orgasmo de una mujer, entre los que están las afecciones médicas y los medicamentos.
En muchos casos de problemas orgásmicos, las causas son multifactoriales o no se pueden determinar.
Por último, no se considera trastorno orgásmico si hay una alteración grave de la relación, violencia de género u otros factores estresantes de importancia.
Muchas mujeres requieren la estimulación del clítoris para alcanzar el orgasmo, y la proporción de mujeres que refiere que siempre experimenta un orgasmo durante el coito peneano-vaginal es relativamente pequeña. De este modo, el hecho de que una mujer experimente el orgasmo a través de la estimulación del clítoris pero no durante el coito no cumple los criterios para el diagnóstico clínico de trastorno orgásmico femenino.
También es importante tener en cuenta si las dificultades orgásmicas son el resultado de una estimulación sexual inadecuada.




Síntomas



-Muchos hombres con trastorno eréctil pueden tener baja autoestima, poca confianza en sí mismos
-Sentimiento de masculinidad disminuido.
-Depresión.
-Estrés.
-Temor o evitación de los encuentros sexuales.
-Los trastornos de eyaculación en varones en ocasiones ocurren según el sexo de la persona.
-En otras ocasiones están en relación con diferentes parafilias, o bien en hombres que requieren una actividad altamente ritualizada para poder eyacular.
-Los factores de estrés están presentes en la mayoría de los casos.
-Los trastornos o problemas médicos también.

En las mujeres los principales síntomas están en relación con:
-Disminución del deseo sexual.
-Dificultad para alcanzar la excitación aunque exista deseo sexual.
-Dificultades para alcanzar el orgasmo.
-Dolor.
-Al evaluar el trastorno del interés/excitación sexual femenino se debe tener en cuenta el contexto interpersonal.
-Una "discrepancia en el deseo", cuando la mujer tiene menor deseo de mantener actividad sexual que su pareja, no es suficiente para diagnosticar un trastorno del interés/excitación sexual femenino.
-Los factores temperamentales, en los dos sexos, incluyen las cogniciones y las actitudes negativas acerca de la sexualidad y los antecedentes de trastornos mentales.
-Factores Ambientales. Los factores ambientales incluyen las dificultades en la relación, el funcionamiento sexual de la pareja, la historia del desarrollo, así como las relaciones tempranas con los cuidadores o los factores estresantes en la infancia.
-Factores Genéticos y fisiológicos. Algunas afecciones médicas (p. ej., la diabetes mellitus, la disfunción tiroidea) pueden ser factores de riesgo para el trastorno del interés/excitación sexual femenino.




Pronóstico



Si no se tratan estos problemas se pueden cronificar.
Sin embargo, si se abordan los problemas con franqueza y naturalidad se suelen resolver, mejora la autoestima y la satisfacción sexual recupera su nivel de placer.
Las mujeres que han experimentado dolor de manera habitual durante las relaciones sexuales refieren frecuentemente un marcado temor o ansiedad por sentir dolor vulvovaginal o pélvico antes, durante o corno resultado de la penetración vaginal. Esta reacción "normal" puede llevar a la evitación de situaciones sexuales/íntimas.
En otros casos, este marcado temor no parece estar muy relacionado con haber experimentado dolor y, sin embargo, conduce a evitar las relaciones y las situaciones de penetración vaginal. Esto ha sido descrito como algo similar a una reacción fóbica, sólo que el objeto fóbico puede ser la penetración vaginal o el temor al dolor. La tensión o la contracción marcada de los músculos del suelo pélvico durante el intento de penetración vaginal puede oscilar desde unos espasmos de apariencia refleja del suelo pélvico en respuesta a los intentos de penetración hasta una defensa muscular que se produce ante la experiencia anticipada o repetida de dolor. El patrón de evitación es similar al que se aprecia en los trastornos fóbicos. Es común que las mujeres que no han podido mantener relaciones sexuales acudan a buscar tratamiento únicamente cuando desean concebir. Muchas mujeres con trastorno de dolor génito-pélvico /penetración sufrirán problemas de relación/de pareja asociados.
También refieren a menudo que los síntomas reducen significativamente sus sentimientos de feminidad.




Nuestro Tratamiento



También aquí se suele aplicar la farmacología. Sin embargo, esto no resuelve, habitualmente, el problema. Siempre es mejor resolver la causa que origina el malestar y esa es nuestra tendencia. Si resolvemos la causa resolveremos sus consecuencias. En cambio, si mantenemos oculta la causa del problema, lo más probable es que éste vuelva a aparecer.

Lo que hacemos, pues, es llegar al fondo de la cuestión, abordar los temores, miedos, angustias de la persona y resolverlos.



Asociación Psicología Uno por Uno